SEPTIEMBRE

EDUCACIÓN

Las personas con TEA tienen una serie de necesidades específicas en las distintas etapas educativas, incluyendo las previas a la escolarización obligatoria. La inclusión educativa sólo será posible si se garantiza tanto la formación y capacitación de los profesionales educativos en la especificidad del TEA como los apoyos y recursos específicos que permitan promover una educación especializada, inclusiva y de calidad para el alumnado con TEA.

Las prácticas educativas dirigidas al alumnado con TEA deben ir encaminadas a aprendizajes significativos que incrementen la generalización a los diversos contextos en los que la persona se encuentra, así como potenciar el máximo desarrollo de sus habilidades y desarrollo personal.

Debemos trabajar por una inclusión real de las personas con TEA en el ámbito educativo, prestando especial atención a las situaciones educativas que se desarrollen en entornos menos restrictivos, normalizados y ordinarios posibles, instaurando modalidades de escolarización adaptada y flexible.

El alumnado con TEA, es un colectivo educativo vulnerable al abuso y acoso escolar, lo cual unido a sus características de comprensión de la información, dan lugar a elevadas tasas de fracaso y abandono temprano de la educación, con todo lo que ello conlleva.

Debe existir un sistema de coordinación entre los centros educativos y los servicios externos que atienden a los alumnos con TEA, poniendo en común las fortalezas y debilidades de la persona y estableciendo estrategias de trabajo con los mismos objetivos.

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